Las historias del Cholo

27/6/08

España a la final


Se cumplió el sueño. España disputará una final 24 años después de que Arconada tuviera el mítico fallo en la final de la Eurocopa del 84. Si en aquella ocasión se llegó a la final por pura raza, con partidos agónicos y marcando goles en los últimos minutos, esta vez la hemos alcanzado con calidad y buen juego. Porque el partido de ayer dejó clara una cosa: España es el equipo que despliega el mejor futbol a nivel de selecciones. Todo un país vibró con la calidad de los jugadores españoles, y el futbol preciosista de toque que jugaron ayer, sobre todo, durante la segunda parte.

En la primera parte el miedo se apoderó de todos los aficionados españoles cuando Villa, el máximo goleador de la Eurocopa, se retiraba lesionado por culpa de un pinchazo tras lanzar una falta. He de reconocer que su sustituto, Cesc Fábregas, no me inspiraba mucha confianza, a tenor de los partidos que había jugado en esta Euro. Le veía lento, sin capacidad de desborde y con poca presencia cerca del área, que es donde este jugador es peligroso. Pero hoy, jugando más adelante que en partidos anteriores, concretamente en la media punta, ha demostrado la calidad que atesora este futbolista y ha completado su mejor partido en lo que va de Eurocopa.

Si bien los rusos han completado una buena primera mitad, con algún que otro acercamiento peligroso, gracias a la movilidad de Pavlyuchenko; el jugador que, en la previa, nos tenía a todos acongojados, Arshavin, no ha dado muestras de su calidad en ningún momento. Un pletórico Sergio Ramos lo ha secado cada vez que el mediapunta rusa intentaba alguna jugada de calidad. La primera parte terminó con dudas por la lesión de Villa, pero con esperanza por la inoperancia de Arshavin y el buen hacer de la defensa española.

En la segunda parte, la selección española se quitó el corsé que tenía en la primera mitad, y dió un recital de buen fútbol. Los jugadores españoles se multiplicaban por el campo asociándose para construir jugadas de toque interminables y paredes inverosímiles. En una gran jugada de Iniesta por la banda izquierda, que es donde rinde de verdad este futbolista, Xavi se descolgaba del medio campo para marcar el primer gol de la selección roja. Éxtasis en el Ernst-Happel de Viena para los miles de aficionados de la roja desplazados hasta la ciudad austriaca. A partir de aquí, los rusos no dieron señales de vida y España nos brindó los mejores minutos de esta Eurocopa. Torres se empeñaba en fallar ocasión tras ocasión, demostrando que en este campeonato tiene la pólvora mojada. Pero Luis Aragonés, que para algo es el Sabio, lo sacaba del campo para dar entrada a Güiza, sabiendo que el jerezano quería resarcirse del penalti fallado en los cuartos. Y en la primera que tuvo, Güiza no perdonó y, tras un magistral pase de Cesc, anotaba el segundo tanto de los españoles. El tercer gol fue una obra de arte con Iniesta, Cesc y Silva trenzando una jugada que bien podrían haber firmado Pelé y compañía.

España dió un recital y cuajó, probablemente, su partido más completo. Por fin jugamos como nunca y ganamos como siempre. Esta selección se está acostumbrando a ganar con facilidad y jugando al fútbol como los ángeles. En la previa, los comentaristas y articulistas del periodismo español tenían bastante temor de Arshavin. Se ha demostrado que un equipo donde ningún jugador sea imprescindible y todos tengan calidad, tanto ofensivamente como defensivamente, no tiene nada que temer de ningún jugador estrella.

Al término del partido reviví todas las decepciones que me había llevado con la selección española. Volvieron a mi cabeza el codazo de Tasotti a Luis Enrique en USA'94, la tanda de penaltis ante la selección anfitriona en Inglaterra'96, la cantada de Zubizarreta ante Nigeria en Francia'98, el penalti fallado por Raúl en la Euro 2000, el gol anulado por Al-Ghandour en el Mundial del 2002... Todas estas decepciones me hacen saborear más dulcemente el pase a la final de ayer. Por fin se cumplió mi sueño y el de muchos españoles de mi generación y de tantas otras, ver a España en una final de un gran evento. Ahora nos espera en la final Alemania, pero eso ya es otra historia. Ahora toca disfrutar del momento. Este año ¡Podemos!

Os dejo un vídeo con los goles para que disfruteis como enanos:


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