Corría el año 1983. El 25 de Marzo de ese año la Motown celebraba sus 25 años de existencia con un especial de televisión. Este sello discográfico que vió la luz en la ciudad norteamericana de Detroit había producido los discos de los mejores cantantes de la música negra desde la década de los 60. Desde Marvin Gaye a Lionel Richie, pasando por Diana Ross.
Hubiera sido otro típico programa especial sino hubiera sido por la actuación de una joven estrella en ciernes. Había saltado al escenario para cantar con sus hermanos una mezcla de los éxitos que obtuvieron con los Jackson 5. A estas alturas ya habréis adivinado que el misterioso artista del que hablamos no es otro que Michael Jackson. Una vez que hubo cantado con sus hermanos, permaneció en el escenario para brindarnos, probablemente, la mejor actuación de la historia.
El estilismo que mostraba Jackson en esta actuación dejó anonadado a todo el público y se convertiría en su sello personal con pequeñas variaciones. Chaqueta negra con destellos, camisa plateada brillante, pantalones negros apretados y subidos para mostrar los calcetines blancos con lentejuelas y mocasines negros. Para completar este cuadro, en una de sus manos llevaba un guante con lentejuelas.
Mientras las primeras notas de su éxito "Billie Jean" comenzaban a sonar, Michael se enfundaba un sombrero en su cabeza y comenzaba su actuación más memorable. El público del auditorio se encontraba literalmente extasiado y no daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo. El delirio llegó a su momento más álgido cuando, en mitad de la actuación, Michael ponía en práctica un paso de baile que iría ligado a él para siempre. Se trata del famoso Moonwalk, que consiste en deslizarse hacia atrás de tal forma, que parezca que se camina hacia delante.
El programa no sería emitido en televisión hasta el 16 de Mayo del mismo año, generando unas expectativas increíbles. Tuvo una audiencia de 47 millones de espectadores y el resultado de su visionado produjo que se dispararan las ventas de su álbum "Thriller" hasta más de 104 millones de copias, que sigue siendo el récord de copias vendidas por un álbum hoy en día.
Desde entonces muchas cosas han ocurrido en la vida de Michael Jackson que le han llevado casi a la autodestrucción personal. Pero una cosa está clara: El 25 de Marzo de 1983 prestó su cuerpo para que Dios nos deleitara con una actuación mítica. Si hay que recordar a MJ, es por esta actuación que le llevó a convertirse en el rey del Pop con mayúsculas.
Hoy en Las Historias del Cholo vamos a rememorar uno de los discos más desenfadados y frescos de la década de los 90: Te huelen los pies de Emilio Aragón. Corría el año 1991 y Emilio Aragón se había convertido en el presentador de moda gracias al programa Vip que se emitía en Tele 5. La cadena dirigida por Valerio Lazarov emitía, a todos horas, este programa: Vip Tarde, Vip Mañana, sólo le faltaba Vip Resaca (que por otro lado no hubiera estado mal). En la cúspide como presentador, Emilio Aragón nos sorprendió con el lanzamiento de un LP de lo más original.
Si por algo se caracteriza este disco es por la frescura que aporta. Las melodías de las canciones están bastante cuidadas y son muy pegadizas (hay que recordar que Emilio Aragón estudió música en diferentes universidades internacionales). Pero, para mi, lo mejor son las letras. Es como si Emilio hubiera cogido canciones que los payasos de la tele hubieran dejado en el tintero para, después de un "lavadito" de cara, hacerlas aptas para cualquier tipo de público, sobre todo, el adolescente. Todas las canciones tienen un toque de humor que han hecho que este disco haya envejecido bastante bien y se pueda disfrutar de él ahora de la misma manera que cuando salió.
Éste es un disco divertido y ameno, no tiene grandes alardes de musicalidad ni unas letras que te hagan pensar durante 10 minutos en el devenir de la marmota canadiense, pero es idóneo para cantar a grito pelado sus pegadizas letras mientras nos encontramos en una caravana para ir a la playa. De hecho, yo me compré el cassette para ir escuchándolo en el coche mientras íbamos a la playa del Palmar en aquel verano del 91. Y, como no podía ser de otra forma, al final de ese verano toda mi familia acabó cantando aquello de ¡Cuidado con Paloma que me han dicho que es de goma!
A continuación analizaremos las canciones del disco:
Te huelen los pies: Este tema fue el primer single del disco. Trata de un personaje que no se come una rosca porque sus pies emanan un aroma "irrespirable, insoportable y que te atrapa sin querer". Aunque duró poco como primer single, la gente se sintió muy identificada con el tema y todavía hoy se escucha por alguna esquina eso de "Amigo, te huelen los pies" (con el tono de la canción).
Cubatita de ron: Este tema nos cuenta la historia, en primera persona, de un tipo que no puede dejar de beber alcohol, especialmente ron. Si ya con las canciones de los payasos de la tele se incitaba a algunos vicios (ese es un tema para tratar en un post aparte), con esta canción se nos apremia a que consumamos alcohol. Tanto tiempo buscando de dónde vino mi afición al botellón y mira por donde he encontrado la respuesta. Mucho dinero le deben las compañías licoreras al bueno de Aragón por hacer llegar este mensaje subliminal a los jóvenes de los 90. Aunque si lo pienso mejor, seguro que él tiene acciones de alguna de esas compañías.
María: Esta canción es más suave que las anteriores y se encuentra en la frontera entre balada y jazz. En ella nos cuentan como Emilio lo dejó todo por una tal María, aunque ella es demasiado mujer para él y le hace arrepentirse de la decisión tomada. Una especie de contigo ni sin ti, que no tiene ni pies ni cabeza. De las canciones más flojas del disco.
Cuidado con Paloma: Este es, sin duda, el gran tema del disco. Fue el segundo single lanzado y arrasó en todas las emisoras, convirtiéndose en la canción del verano del 91. Una crítica a la moda de la cirugía estética con unas rimas que se debaten entre el absurdo y la genialidad. Todas las Palomas de aquella época odiarán de por vida a Emilio por hacerlas blanco fácil de las burlas de los graciosos. De la canción, me quedo sin dudarlo con la expresión: "Peluca de Sanlúcar". Toda mi infancia creyendo que esta población gaditana subsistía gracias a la exportación de pelucas.
Ui se muá: Quizás, la peor canción de todo el disco. Está formada por un conjunto de frases sin sentido en francés. Lo único bueno que podemos sacar del tema es que era la última canción de la cara A y no había que rebobinar buscando la siguiente. Cambiabas de cara, rebobinabas al principio y listo.
Yo tengo una bolita: Este tema trata sobre como Emilio se engollipa con un hueso de aceituna por culpa de la mirada de una chica. Me parece genial este tema, uno de mi preferidos: "Yo tengo una bolita que me sube y me baja". ¿No tiene un cierto tono sexual o sólo lo percibo yo?
Hey Mr. Waiter: Otra mítica canción, que trata sobre las vicisitudes que tiene un español para hacerse entender en el extranjero con su inglés trogolodita. Hacer una canción de este tema y con esas míticas frases como "I want to eat potatoe, and tomatoe and cheese" (pronunciadas con un acento de andar por casa) me parece una genialidad.
422 de Berlín: Al principio esta canción no llama mucho la atención, pero cuanto más la escuchas más te gusta. Cuenta como una pareja se separa y vuelve a encontrarse por casualidad en una cita a ciegas descubriendo que tenían más cosas en común de lo que imaginaban, por ejemplo el vino del Rin. ¿Estará bueno este vino? ¿Será un vino rosado o tinto? ¿Tratará este asunto Iker Jiménez en su próximo programa?
Na, na, na: Otra canción de las flojas del disco. Historia de espías donde podemos encontrar una de las frases mas memorables del panorama musical español: "Na na na na, verás cuando te encuentre, na, na, te vas a enterar". Yo creo que ésto me lo decía mi madre de chico cuando me escondía después de hacer alguna trastada.
Dónde estabas tú: Para cerrar el disco, nuestro amigo Emilio se marca un blues a capella (es decir, sin instrumentos musicales que le acompañen, no es que le dedique la canción a la mujer de Capello) donde busca desesperadamente a Isabel. No se pueden contar más de 10 palabras distintas en la canción, pero es un buen tema para cantar mientras estás ebrio y despechado. Por cierto, yo al final encontré a Isabel.
Espero que os haya gustado rememorar este mítico disco tanto como a mi. Os dejo una actuación de Emilio Aragón en un VIP Noche cantando "Te huelen los pies". ¡Qué tiempos aquellos! ¡Eso si que era tele de calidad!
El aburrimiento hace mella sobre mi, y como todo el mundo tiene un blog y yo creo que puedo aportar mucho al mundo bloggero, he decidido probar a contar mis chorradas