Las historias del Cholo

2/7/08

El hombre elefante

Los ciudadanos de la Inglaterra de finales del siglo XIX sentían una tremenda fascinación por los denominados fenómenos de feria. Estos no eran otra cosa que hombres o mujeres con deformaciones o peculiaridades que le hacían diferentes de los demás. En la época actual no hubieran tenido problemas para vivir entre nosotros, pero en el siglo XIX sólo podían subsistir como monstruos de espectáculos.

Probablemente, la historia más conocida de estas personas sea la de Joseph Carey Merrick, o lo que es lo mismo, el Hombre Elefante. Merrick nació en el seno de una familia humilde de la Inglaterra victoriana. Su infancia fue de lo más normal hasta que sobre los 5 ó 6 años empezaron a aparecerle pequeños bultos por el cuerpo. En la plenitud de su adolescencia las deformaciones llegaron a tal punto que tuvo que huir de su casa, ya que se vió totalmente incapacitado para el trabajo.

Su futuro como fenómeno de feria comenzó el día que un empresario lo descubrió mendigando en una estación de tren. Sus malformaciones habían llegado al extremo de que su cabeza había doblado el volumen normal, su labio superior había desarrollado una protuberancia que le caía hacia abajo asemejando una trompa, un cartílago le atravesaba una mejilla como si se tratara de un colmillo y su piel se había vuelto grisácea y rugosa. El empresario que lo descubrió sabía que había nacido una nueva estrella para los espectáculos de monstruos: El Hombre Elefante.

La vida de Merrick podría haber pasado sin pena ni gloria, dedicada a asustar a niños y ancianos, sino hubiera sido por el médico especialista en enfermedades deformantes Sir Frederick Treves. Trás verlo en uno de sus espectáculos, Sir Frederick pidió poder reconocer en privado al Hombre Elefante. No salió de su asombro cuando pudo comprobar que Merrick era un hombre culto, amable y con gran sentido de la perspicacia. Totalmente fascinado por Merrick, Sir Frederick movilizó a todas sus influencias para conseguir trasladarlo al Royal Hospital de Londres, donde John vivió hasta el fin de sus días.

La fama de Merrick se extendió por toda la ciudad a un ritmo increíble. Todas las personas de las altas esferas querían observar e, incluso, conversar con aquel monstruo amable capaz de escribir y leer. Debido a su enorme cabeza, tenía que dormir sentado ya que de otro modo podía asfixiarse. Una noche de abril de 1980, Merrick se empeñó en dormir tumbado y murió asfixiado a la edad de 27 años. Aunque estudios posteriores han revelado que, probablemente, John muriera desnucado debido al excesivo peso de su cabeza.



La enfermedad de Merrick ha sido toda una incógnita para el mundo científico. El propio Merrick siempre argumentaba que la causa de sus deformaciones procedía del ataque, durante una feria, de un elefante a su madre cuando ésta se encontraba embarazada de él. Evidentemente, esta explicación procedente de un hombre tan culto revela el peculiar sentido del humor que tenía Merrick.

Desde el punto de vista científico se creyó que Merrick padecía una enfermedad denominada filariasis, conocida comúnmente como elefantiasis. Sin embargo, ésta es una enfermedad tropical que no tiene presencia en las Islas Británicas ni produce las graves deformaciones óseas que presentó Merrick. Posteriomente, se creyó que la enfermedad era la neurofibromatosis, aunque también se descartó porque algunos síntomas que presentaba Merrick entraban en claro conflicto con las pautas de dicha enfermedad. Actualmente, y de forma mayoritaria, la comunidad médica cree que la enfermedad que padeció fue una severa variación del Síndrome de Proteus, aunque no se descarta que se tratase de una enfermedad nueva y que Merrick tuviera la mala suerte de ser el primer, y a lo mejor el único, ser humano en haberla padecido.

El caso del hombre elefante ha suscitado mucho interés a lo largo de los años. Muestra de ello es la película que David Lynch filmó en 1980 titulada como no podía ser de otra forma "El Hombre Elefante", en la que el papel de John Merrick es interpretado por John Hurt. En las últimas fechas se ha publicado un ensayo escrito por Michael Howell y Peter Ford titulado La verdadera historia del Hombre Elefante donde se narra la vida de John Merrick, así como su impacto en la comunidad científica de la época. Gracias a la publicación gratuita ADN podemo leer el primer capítulo de la obra para hacernos una idea de su contenido.

El caso de John Merrick es unos de los más apasionantes de la historia. Nos revela una importante verdad: En palabras del propio Merrick, la verdadera medida del hombre es su mente.


Fuente: Wikipedia

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